- ¿Y cuándo será el incendio?
- ¡Señora, el incendio es ahora! Hemos desalojado el edificio entero, sólo queda usted.
- ¿No puedes esperar un poco, hijo? Acaba de empezar la telenovela.
- ¡Por el amor de dios! ¿Acaso quiere morir en el sillón de su casa mientras ve tranquilamente su telenovela?
El bombero, perplejo, sopesó sus palabras, al ver dibujarse una sonrisa sobre el rostro de la anciana, mientras parte del techo cedía y se desplomaba.
Una vez extinguidas las llamas, un grupo de vecinos comentaban la muerte de la señora Agnes.
- “Que muerte tan espantosa”, apuntó uno de ellos.
Quien dice novela, dice "Salvame"... jeje (muy bueno, by the way)
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