Cuando Héctor o Aquiles no tienen la suerte de morir en Troya, se convierten en Ulises intentando regresar a Ítaca bajo un cielo sin dioses, y llamándose Nadie para sobrevivir en la cueva del cíclope.

Cualquiera puede ser Héctor o Aquiles. Lo difícil es ser Ulises con una Troya ardiendo en la memoria.

3 dic 2013

AMANTE DEL ARTE

Se levantó dispuesta, por fin, a dar el paso. Su pequeño y ella merecían algo mejor. Aquel hombre nada tenía que ver con el joven estudiante de arte del que se enamoró perdidamente. Todo comenzó con pequeños fetichismos, en sus momentos más íntimos, haciéndola posar cual su maja particular sin hacer otra cosa que observarla. Disfraces del matrimonio Arnolfini, poco antes de dar a luz, y otras vestimentas derivaron después en pinturas a base de pigmentos naturales con bisontes y escenas de caza por las inmaculadas paredes del comedor. Sus  pequeñas locuras fueron evolucionando. Colgaba relojes de las ramas de los árboles del jardín o se pasaba horas gritando con el rostro deformado entre sus manos.

Sus intentos de comunicarse con él eran en vano, y mientras ella intentaba hacerlo entrar en razón, él la miraba absorto con la mano en el pecho. La situación empeoró cuando la semana anterior, al volver a casa,  se encontró sobre la mesa una carnicería a base de trozos de toro y caballo, alumbrados bajo una lúgubre bombilla, y al ir a buscar al culpable de aquella  escena atroz, lo hallase frente al espejo con una oreja cercenada. Había pasado de la preocupación al miedo constante, y no podía demorar más la decisión. 

El pesado silencio mientras bajaba las escaleras le hizo presagiar lo peor, y al llegar abajo lo contempló desnudo, deforme y con la boca llena de sangre. Movida por el instinto, y sin pararse a contemplar lo que sostenía entre las manos, se fue directa a por su pequeño para salir de allí lo antes posible, pero la cuna, por supuesto, estaba vacía.


24 sept 2013

TONTOS POR CIENTO


Aburrido de la eternidad, decidió dedicar unos milenios a realizar un estudio serio sobre la viabilidad de la diversidad de especies a las que había dado vida. El experimento era muy sencillo. Consistía en dejar una pareja, macho y hembra,  de cada una de estas especies, en un medio idílico de condiciones inmejorables para la supervivencia y la felicidad. Su estancia en aquel paraíso terrenal estaba sujeta a una única condición, disfrutar de todo cuanto les rodeaba excepto de los frutos de un árbol concreto. No se trataba de que aquellos frutos tuviesen algo de especial. Si así fuese habría bastado con esconderlos. De hecho había cientos ,de idénticas características, a los que sí tenían acceso. Se trataba más de una cuestión para analizar si había dotado a la especie en cuestión del raciocinio suficiente para valorar los pros y contras de las situaciones a las que se enfrentaban. 

 Sólo una hubo que no solo provocó su expulsión, sino que lo hizo además en un tiempo record, dejando en entredicho la infalibilidad del Creador. Cuarenta y nueve de aquellas parejas, antes de ellos, se dedicaron a disfrutar de todo cuanto les rodeaba sin parar siquiera a plantearse su salida de aquel inigualable entorno, y otras cuarenta nueve hicieron lo propio después.


Consternado, aún quiso el Eterno darles una oportunidad de explicarse para tratar de entender dónde debía buscar el error. Al no escuchar más que locuras sin sentido culpando a un insignificante reptil del episodio, dedujo que aquello no tenía arreglo y los dos individuos fueron desechados, expulsados del entorno y abandonados a su suerte. 


25 jun 2013

PALACETE FAMILIAR


 Después de todo, esta crisis no está tan mal. Ha reunido de nuevo a la familia, comidas caseras, de olla, y todos bajo el mismo techo, con buenas vistas y jardines para que los niños corran. Ayer nos burlábamos de él y su inversión rocambolesca. Ahora, cada mañana damos gracias al abuelo por la compra de este espacioso panteón donde cabemos todos.