Cuando Héctor o Aquiles no tienen la suerte de morir en Troya, se convierten en Ulises intentando regresar a Ítaca bajo un cielo sin dioses, y llamándose Nadie para sobrevivir en la cueva del cíclope.

Cualquiera puede ser Héctor o Aquiles. Lo difícil es ser Ulises con una Troya ardiendo en la memoria.

27 mar 2015

OBSESIONES




Siempre he padecido de insomnio. Me obceco y sugestiono con pequeños detalles hasta alcanzar un estado de desasosiego que me impide conciliar el sueño. Una noche de desesperación me decidí por fin, tras pasar la soga por mi cuello, a empujar la silla y dejarme arrastrar por la gravedad. Pese a la arrulladora monotonía del movimiento pendular, sigo sin dormir obsesionado con el incesante balanceo de mis pies.



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