Cuando Héctor o Aquiles no tienen la suerte de morir en Troya, se convierten en Ulises intentando regresar a Ítaca bajo un cielo sin dioses, y llamándose Nadie para sobrevivir en la cueva del cíclope.

Cualquiera puede ser Héctor o Aquiles. Lo difícil es ser Ulises con una Troya ardiendo en la memoria.

22 oct 2011

ACCIDENTE DOMÉSTICO



 
Junto a la silla con una pata resquebrajada, descansaba una manoseada nota:
“Sr. Juez, si está usted leyendo estas palabras, sepa que esto ha sido, sin lugar a dudas, un accidente. Desde que puedo recordar, subo cada noche a esa silla, paso la cuerda por mi cuello, maldigo mi cobardía y me voy a la cama envuelto en llanto.”




Relato finalista del I Concurso Internacional de microrrelatos ACEN y publicado en el recopilatorio “Bocados Sabrosos”.