Ya
desde muy pequeño, todos sus conocidos lo habían considerado un auténtico
personaje. Excesos y extravagancias habían marcado profundamente el devenir de
sus alocados días, que bien habrían podido convertirse en película, hasta que
llegado el momento, Tobías creyó que había llegado la hora de hacer un
paréntesis en su vida.
Desde entonces vive una existencia
insulsa, que dependiendo de la curiosidad o el interés del lector, puede leerse
o simplemente pasarse por alto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario