Cuando Héctor o Aquiles no tienen la suerte de morir en Troya, se convierten en Ulises intentando regresar a Ítaca bajo un cielo sin dioses, y llamándose Nadie para sobrevivir en la cueva del cíclope.

Cualquiera puede ser Héctor o Aquiles. Lo difícil es ser Ulises con una Troya ardiendo en la memoria.

16 jul 2012

GUERRAS CIVILES



Se entrenaban para estar muertos, era lo único en que invertían todo su tiempo. Jorge se había especializado en sangrar por la oreja, y nadie era capaz de imitar la mirada de Luna, ajena a la necesidad biológica de parpadear y tan fija en el infinito como vacía.

 Tras cada bombardeo, un claxon lejano y comenzaba la representación. Se colocaban concienzudamente en posturas antinaturales entre los escombros, e instantes después llegaba la patrulla de reconocimiento enemiga. El sargento Urquijo se paseaba simulando inspeccionar minuciosamente la escena, encendía el walkie y comunicaba que no había supervivientes. Al marcharse, como siempre, dejaba una fiambrera junto al marco de la puerta derruido.



22 may 2012

PROYECTO PROMETEO



Ataviado con su inmaculada bata blanca se dispuso a realizar la ronda habitual, observando una a una y concienzudamente las diferentes esferas contenedoras donde habitaban los especímenes objeto del estudio. Tras un detallado análisis, la decepción volvió a reflejarse en sus ojos mientras se sentaba para tomar las últimas anotaciones.

“Continuación del Proyecto Prometeo: Únicamente tres poblaciones de las cien de las que constaba el proyecto han llegado a este punto. Puedo concluir que el experimento ha fracasado tanto a nivel colectivo como individual.

A nivel colectivo, independientemente de la distribución de individuos y recursos, en el cien por cien de los casos surgen factores que tienden a romper el equilibrio. En más del noventa por ciento de los mismos, dichos factores son directamente generados y/o potenciados por los propios individuos. Paso a exponer los últimos casos a estudio:

·         Contenedor T-96: Con la riqueza distribuida de manera uniforme y proporcionada, surge un subgrupo de individuos que desarrollan un comportamiento atípico y no programado que mediante la violencia, la extorsión y la mentira consiguen la concentración de los recursos y utilizar así su posición privilegiada para someter a la mayoría resignada. La envidia, el resentimiento y el odio son los sentimientos dominantes que terminan por desencadenar la aniquilación total de la especie.

·         Contenedor T-23: Tras un largo periodo de pugnas y tensiones, los individuos, pese a ser seres idénticos tan solo diferenciados por un apéndice que atiende a factores reproductivos, entran en severo conflicto acabando los denominados XX con la población XY. Tras varios intentos fallidos de reproducción artificial a partir de ADN, la extinción de la especie es absoluta.

·         Contenedor T-11: Aunque parecía el caso más prometedor y pese a haber alcanzado, tras diversos y en ocasiones bruscos ajustes, un cierto equilibrio poblacional, llegado ese punto los individuos pierden conciencia del entorno en que desarrollan su actividad, desentendiéndose del mismo y desencadenando así una serie de cambios que terminan por hacer insostenible su propia existencia.

Individualmente, aunque se han conseguido aislar mutaciones que rozaban la perfección (apenas un 0.1 por ciento), en la mayoría de los casos no han sido capaces de influir de manera determinante en el devenir de su especie. Es destacable el hecho de que en más del noventa y cinco por ciento de los casos, los individuos perecen cuando empiezan a alcanzar el nivel óptimo de formación e inteligencia emocional.
Por tanto, pongo fin al proyecto PROMETEO, concluyendo inviable la creación de poblaciones estables basadas en Seres Humanos 1.0.”


15 mar 2012

EL DISFRAZ DE PRINCESA



Había fantaseado con ese día y aquel traje de princesa desde hacía tanto tiempo, y al fin había llegado. La cenicienta hubiese querido perder unos zapatos como aquellos. Estaba guapísima, como en los cuentos,  mejor que en sus mejores sueños. Acostumbrada a la austeridad y al ahorro, al desgaste de sus juguetes hasta verlos deshacerse entre sus pequeñas manos, poder llevar un disfraz como aquel, tan caro, y sentirse así, el centro de su pequeño universo por un día, no tenía precio. Sería la envidia de todas sus amigas, y papá se encargaría de llevarla de la mano para que la pudiesen ver bien. Después de tantos cumpleaños vistos desde la segunda fila, por una vez, sería ella la que saldría en las fotos, la que observaría sonriente, sabiéndose el centro y envidia de todas las miradas. Se resistía a pensar que aquello fuese a sucederse sólo una vez, por lo que, poco antes de dar el sí, su mente ya navegaba en busca  la excusa perfecta para divorciarse de Gabriel. Esa historia, merecía un bis.



27 ene 2012

AMOR A DOMICILIO

No pudo evitar mirar de reojo la puerta del apartamento. Esperaba verla salir corriendo  para detenerle, para rogarle que no se fuese de su lado, confesarle la verdadera razón por la que lo había hecho venir aquella noche lluviosa y  lo que sentía por él. Le pediría que envejecieran juntos y que, desde ese momento, compartiesen cada detalle de sus vidas, comenzando por esa pizza.

La puerta no se abrió y, taciturno, se dirigió a su motocicleta alejándose en la noche. Era temprano y todavía quedaban muchos repartos para probar suerte, el amor de su vida podía estar esperándole tras cualquiera de aquellas puertas.



2 ene 2012

UNA TRISTE DESPEDIDA


      Al subir al caballo y sentir por última vez el contacto de su mano pensó que, tal vez, aquella despedida fuese para siempre. Sus ojos la vieron alejarse y no pudo reprimir las lágrimas. Siempre sospechó que llegaría el día de decir adiós a su madre, pero nunca pensó que fuese tan pronto. La vio alejarse despacio, con una sonrisa en sus labios, ajena al dolor de la despedida, y más guiado por el semental blanco que montaba que por su propia mano, emprendió la marcha.

            Se sintió perdido mientras el rostro de aquella primera mujer de su vida no cesaba de pasar ante sus ojos. Cerró los ojos fuertemente y deseó bajar de aquel caballo, abandonar a cuantos desconocidos compañeros de viaje le rodeaban y volver a ser un niño en brazos de mamá.

            Súbitamente, el grupo al completo detuvo la marcha, y mientras miraba atónito como el resto de jinetes desmontaba, su sueño se hizo realidad. Mamá lo ayudó a desmontar y le prometió un algodón de azúcar para olvidar el mal trago.