Cuando Héctor o Aquiles no tienen la suerte de morir en Troya, se convierten en Ulises intentando regresar a Ítaca bajo un cielo sin dioses, y llamándose Nadie para sobrevivir en la cueva del cíclope.

Cualquiera puede ser Héctor o Aquiles. Lo difícil es ser Ulises con una Troya ardiendo en la memoria.

27 ene 2012

AMOR A DOMICILIO

No pudo evitar mirar de reojo la puerta del apartamento. Esperaba verla salir corriendo  para detenerle, para rogarle que no se fuese de su lado, confesarle la verdadera razón por la que lo había hecho venir aquella noche lluviosa y  lo que sentía por él. Le pediría que envejecieran juntos y que, desde ese momento, compartiesen cada detalle de sus vidas, comenzando por esa pizza.

La puerta no se abrió y, taciturno, se dirigió a su motocicleta alejándose en la noche. Era temprano y todavía quedaban muchos repartos para probar suerte, el amor de su vida podía estar esperándole tras cualquiera de aquellas puertas.



2 comentarios:

  1. Un blog genial, que merece la pena ser leído, seguido, y amado. Te invito a conocer mi blog, participa en solidario en la blogoteca. Y si te parece que merece un voto, desde ya muy agradecida!!! Ya faltan días nada más para poder votar!! Hasta el 3/2/12.

    ResponderEliminar
  2. Me ha gustado.
    Interesante giro, lo de que fuera el pizzero.
    ;)

    ResponderEliminar