Cuando Héctor o Aquiles no tienen la suerte de morir en Troya, se convierten en Ulises intentando regresar a Ítaca bajo un cielo sin dioses, y llamándose Nadie para sobrevivir en la cueva del cíclope.

Cualquiera puede ser Héctor o Aquiles. Lo difícil es ser Ulises con una Troya ardiendo en la memoria.

19 may 2015

LOS INQUILINOS


Por fin quietas. Las he seguido hasta su nido, las he visto agonizar y han muerto. Años mofándose de mí, robando mi comida, invadiendo mi plato, violando con sus correteos el silencio de mis noches. Burlando las trampas, los cebos, las fumigaciones. Parecían adentrarse en mi mente, adelantarse a todos mis movimientos en la batalla sin cuartel contra su presencia.


He tenido que probar yo mismo del plato para urdir el engaño, con avidez, sin pensarlo, sin dar lugar a que oliesen la duda. Ya vienen los primeros espasmos, pero entre ellos sonrío, por un instante, mi casa ha sido solo mía.